Hola, MI VIDA
Hoy, al final del día, creo que empiezo a tener algo más de tranquilidad.
No sé si será el inicio de lo que vendrá en el futuro o si simplemente es una ilusión vana.
Sé que nos estás ayudando a todos nosotros. Confio en que la luz, la cordura y la esperanza vuelva a nuestras vidas.
El amor que he sentido y siento por ti hace milagros. Creo que podremos continuar con nuestro camingo llevándote siempre con nosotros, en nuestra mente, en nuestra alma, en nuestro sentimiento, en nuestro corazón. Sé que la alegría de vivir que has tenido, a pesar de tantas cosas adversas que has tenido en tu vida, ha quedado con nosotros, que forma parte de nuestra vida, de nuestra esencia.
Recuerdo cuando nos sentíamos uno, realmente UNO, y no queríamos abandonar esos segundos, esos instantes, ese supiro de la vida que dura un segundo pero que parece eterno, y sé que eso lo compartiremos siempre, estemos juntos o no, estemos viéndonos o no.
TE AMO, MI VIDA.
Sigo hablando sólo de nosotros. Por ahora, es lo que puedo hacer. Creo que nos está ayudando, tanto a mí como a ti.
Cuando nos veamos de nuevo creo que no volveremos a separarnos. Entonces seremos UNO y viveremos eternamente el UNO con el OTRO y con todos nuestros seres queridos. Me presentarás a tu padre, aunque creo que no hará falta, que lo conozco como si lo hubiese vivido con él y hubiese compartido parte de su vida.
También volveremos a reunirnos con tu madre, mi padre y todo aquello que hemos querido: NUESTRO AMOR PARA LA ETERNIDAD.
TE AMO, CARIÑO.
Hasta mañana.
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