Hoy he salido solo pero no me sentía solo. Parece que la mente va encontrando su rumbo.
Como siguiendo la senda que nunca debió de perder. Sigo calle abajo mirando cada balcón, cada portal cada trozo de cielo que durante tanto tiempo ha soportado tu ausencia. Como ahora yo, creía antes.
Me ha tenido envidia, me ha mirado con recelo, tenía a mi amor y estaba celoso. Te quería para sí. Pero no lo ha logrado. Tú si te has llenado, llenado de gloria, de cielo, de amor, de más amor, de pureza, de belleza -más aún-, de compañía, de alegría, pero no me has dejado aquí.
No sé como ha sido, pero he querido esta tarde comprender que el camino se ha abierto. Te he sentido, te sentido en el fondo de mi alma, en el raso de mi ser, en la punta de mi vida, en el término de lo que seré. Te he recordado. No. Nos he recordado, como uno. Lo he sentido, lo he vivido, te he tenido, andando por la calle, respirando el aire, evocando el recuerdo, sintiendo olores, viviendo en ti. No, viviento en mi. No sé. Viviendo. Recordé, he recordado, he vivido, revivido. Somos uno. Lo había olvidado. No te has ido. Qué iluso. ¡Tú me ibas a abandonar!. Yo a ti, tampoco. Me he sentido, de verdad, como uno contigo, te he sentido pegada a mi esencia, cosida a mi amor, fundida conmigo, en ese abrazo eterno que como un suspiro se pasa, pero que el infinito abrasa fundiendo a su alrededor toda otra sensación que no sea ser uno, tu y yo, yo y tú.
Ha sido tal la sensación que me ha llenado el día, me ha dado fuerzas, me ha renovado en la soledad que ahora compartimos y, por tanto, ha desaparecido. Gracias por enseñarme el camino. De nada te digo yo a ti. Por fin otra vez hemos compartido y ahora nadie nos lo puede quitar, ni la muerte, ni la suerte, ni ningún irreverente. Cuando llegue mi fin, no será así, será un continuar, en otro estado, en otro ser, pero siempre unido a ti. Esté con quien esté, viva como viva, con quién viva, por lo que viva, qué torpe he sido durante este tiempo, ahora lo he comprendido, vives dentro de mi o, quizás como me hizo ver Cristi esta tarde, yo dentro ti. Gloria, mi amor, disfruta de ella que ahora la compartimos juntos. Tú allí, yo aquí, pero unidos en fin.
DENTRO DE MI O DENTRO DE TI. TE AMO
Como siguiendo la senda que nunca debió de perder. Sigo calle abajo mirando cada balcón, cada portal cada trozo de cielo que durante tanto tiempo ha soportado tu ausencia. Como ahora yo, creía antes.
Me ha tenido envidia, me ha mirado con recelo, tenía a mi amor y estaba celoso. Te quería para sí. Pero no lo ha logrado. Tú si te has llenado, llenado de gloria, de cielo, de amor, de más amor, de pureza, de belleza -más aún-, de compañía, de alegría, pero no me has dejado aquí.
No sé como ha sido, pero he querido esta tarde comprender que el camino se ha abierto. Te he sentido, te sentido en el fondo de mi alma, en el raso de mi ser, en la punta de mi vida, en el término de lo que seré. Te he recordado. No. Nos he recordado, como uno. Lo he sentido, lo he vivido, te he tenido, andando por la calle, respirando el aire, evocando el recuerdo, sintiendo olores, viviendo en ti. No, viviento en mi. No sé. Viviendo. Recordé, he recordado, he vivido, revivido. Somos uno. Lo había olvidado. No te has ido. Qué iluso. ¡Tú me ibas a abandonar!. Yo a ti, tampoco. Me he sentido, de verdad, como uno contigo, te he sentido pegada a mi esencia, cosida a mi amor, fundida conmigo, en ese abrazo eterno que como un suspiro se pasa, pero que el infinito abrasa fundiendo a su alrededor toda otra sensación que no sea ser uno, tu y yo, yo y tú.
Ha sido tal la sensación que me ha llenado el día, me ha dado fuerzas, me ha renovado en la soledad que ahora compartimos y, por tanto, ha desaparecido. Gracias por enseñarme el camino. De nada te digo yo a ti. Por fin otra vez hemos compartido y ahora nadie nos lo puede quitar, ni la muerte, ni la suerte, ni ningún irreverente. Cuando llegue mi fin, no será así, será un continuar, en otro estado, en otro ser, pero siempre unido a ti. Esté con quien esté, viva como viva, con quién viva, por lo que viva, qué torpe he sido durante este tiempo, ahora lo he comprendido, vives dentro de mi o, quizás como me hizo ver Cristi esta tarde, yo dentro ti. Gloria, mi amor, disfruta de ella que ahora la compartimos juntos. Tú allí, yo aquí, pero unidos en fin.
DENTRO DE MI O DENTRO DE TI. TE AMO